Viernes noche llegamos parte de la expedición al camping cerca de Saravillo, montamos tiendas, afinamos la caballería, llenamos el buche, cuatro risas y a dormir en un entorno de fábula. Al día siguiente, después de juntarnos con el resto de la expedición lugareña iniciamos el ascenso desde Bielsa, cuatro km de carretera y tomamos una pista "pestosa" que durante unos 11km ininterrumpidos nos hará ganar unos 1000 y pico metros de desnivel al 11%. Antes de llegar al lago de Urdiceto dejamos esta pista para empezar un sendero PR con más tramos de pateo y porteo que propiamente de pedaleo, que nos llevará camino del Puerto de Urdiceto (2.400m). Una vez en el collado avistaremos nuestro siguiente objetivo, el puerto de Plan. Para ello haremos un pequeño descenso por una senda que nos llevará a atravesar unas grandes planas y avanzaremos encolomándonos por unas lomas suaves hasta el puerto.
Debemos atravesar algunos neveros con la bici a cuestas, y cuando no son neveros son unas rampas infernales que lo único que puedes hacer es mentalizarte a sufrir, colocar la bicicleta en la espalda en la mejor posición posible, jamás mirando hacia arriba para no desesperar (lo justo para mirar a tu compañero que va delante y no salirte de senda) y cogiendo un ritmo que te permita llegar arriba en las mejores condiciones. Hacía tiempo que no cogía la bici en la espalda con tantas diferentes posiciones, podría escribir el kamasutra del porteo!! Creo que es llegando al puerto de Plan que hay una rampa final con una inclinación brutal y terreno resbaladizo, que iba clavando con fuerza las puntas de las botas como si fuese caminando por la nieve, para hacer un agujero y me aguantase el peso del cuerpo al dar el paso.
Ya en este altiplano el terreno es mucho más árido, estamos en medio como de un terreno lunar o marciano, sobretodo a medida que nos iremos acercando al puerto de la Madera. Ya lleva un buen rato acechándonos una tormenta, pero en todo momento la mantenemos a nuestras espaldas y a la izquierda, está cayendo la del pulpo por Ainsa y alrededores y nosotros sin mojarnos ni gota.
Avanzamos a una altura de unos 2.600m y rodeados de míticos tresmiles imponentes, como Bachimala y Posets. Una vez coronado el Puerto de la Madera empezamos un duro, rápido, espeluznante y exigente descenso por un sendero de no más de palmo y medio de ancho, que nos llevará excitados perdidos, en su tramo final a través de un bosque bastante empinado y con raices locas, hasta al vado de Bachimala, triunfal sin más.
En uno de los tramos iniciales de la senda el compañero de delante deja colocado un piedro de narices que no me da tiempo de esquivar, la rueda se monta encima y fiuuuuu a tomar viento, una caida fea, se me sale el hombro derecho (de nuevo) y cayendo mismo soy capaz de colocármelo. Son pocas décimas de segundo que lo tengo fuera y puedo continuar "bien" senda abajo.
Todavía nos queda un tramo de sube/baja algo técnico por la vera del río que nos alcanzará hasta el refugio de Tabernés. Una vez aquí tenemos un par de opciones para llegar al refugio de Viadós, y unánimemente, si bien el cansancio hace mella en cada uno de nosotros, tomamos la más dura, jajaja. 200m adicionales de desnivel por una pista que se deja hacer bastante bien y que nos llevará al premio final o la guinda del pastel de la última bajada por una senda/trialera muy técnica y exigente (con piño incluido), hasta la misma puerta del refugio de Viadós. Endorfinas a tope y a recuperarse con unas buenas viandas!
Etapa finalizada y a esperar que las previsiones meteorológicas para el domingo nos permitan hacer la segunda parte de la travesía. Finalmente y por mucho que el corazón dijese otra cosa, no será así...
Agradecer toda la organización a Oriol y sus sherpas, Tonino y Oliver, que hicieron todo lo posible para no más que enmarcar una magnífica aventura.
Abandonamos pista y tomamos PR camino al Collado de Urdiceto |
Terreno "marciano" llegando al Puerto de la Madera |
Zona de muy dificil andar, inclinada y de terreno muy resbaladizo. |
Paso técnico y empinado con las miradas clavadas en el suelo para no resbalar. |
Avanzando por las planas y suaves lomas hacia la cima. |
Uno de los muchos tramos duros e inacabables de porteo. |
A nuestras espaldas una gran tormenta avanzando |
Atravesando los neveros a pie, o en bici intentando no empuntar con la rueda.... |
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