Dejaremos los coches algo más abajo del campamento juvenil tomando una pista suavecita camino del Santuario de la Virgen del Moncayo.
Desde el mismo Santuario tomamos una senda tan bonita como costosa que nos llevará hasta el Collado Bellido. Habrá de todo un poco, tarteras con unas lajas tremendas muy ruidosas que te hacen sentir la dificultad para superarlas, senderito entre medio de un bosque muy frondoso, pasos varios de apretar el culo, otros de bajarse de la bici, algún torrentillo de agua donde hacer un rappel improvisado....
Adán me tendrá que sacar a pulso, tipo rescate bombero :-) , pues estando parados y en pie, habiendo salvado un paso estrechito, se me va la rueda trasera de la bici y apoyo el pie en vacío hacia el torrente, nos vamos abajo bici y servidora, quedo colgada como buenamente puedo de ramas y plantas varias para no irme abajo detrás de la bici y gritando "Adán, ayúdameee Adán" para que me saque de ahí!
Una vez acabado el sendero haremos un campo a través con tramos de todo tipo, bicialpinismo a la sobrarbense, zetas en prado abierto para salvar el desnivel y todo, como no, para evitar 2 km de pista abajo, a la aventura, como siempre....ese Loren!
Dejaremos a nuestra izquierda la Cima Lobera encontrando a nuestro paso un "cementerio de ovejas" y llegaremos a nuestro primer punto de descanso.
Seguimos ganando altura y después de una exhibición de poderío de Adán (que fuerte está el joío...) alcanzamos la antecima al Pico San Miguel.
Toño hará lo que jamás debe hacer un biker, "estoñarse" tontamente cuando llevas las protecciones en la mochila. Chapa y pintura al canto en brazo y pierna, de esas que duelen mogollón.
En la Cima del Moncayo nos protegemos del fuerte viento escondidos entre las piedras, ahora entiendo porqué dicen que es la fábrica del Cierzo, y reponemos fuerzas para la exigente bajada que nos espera.
Descendemos por la normal hasta el Santuario y desde este punto por el GR que va atravesando la pista principal por la que subimos.
Que descenso tan técnico, no te daba ni un solo respiro y por lo que comentaban los que la habían hecho el año pasado estaba muy deteriorado, con piedras enormes y escalones acojonantes en medio de la senda, todo provocado por las nieves y el hielo del invierno.
Poco flow, pulsaciones a tope y mucha gota gorda haciendo trabajar las supensiones al límite....cumplió con creces las expectativas creadas a lo largo de estos dos años de espera.