Quedó una asignatura pendiente y el 11 de septiembre nos vamos de nuevo a La Molina, último día de la temporada del bikepark, pero nuestro objetivo no es otro que hacer la bajada desde El Refugi de Niu d'Àliga hasta Urús. Una vez en la Cerdanya ya veremos como remontamos los casi 11 km desde Alp a SuperMolina, la verdad es que hay poco secreto, por carretera y manta.....pero habrá sorpresa!!
En esta ocasión Victor de la escuela de MTB de la Molina no puede acompañarnos, que lástima, la que se va a perder.... Nos dice que la bajada es muy intuitiva y que no podemos perdernos, nos da las indicaciones oportunas para continuar la senda (que queda un poco escondida) una vez llegados a una amplia pradera y antes de cruzar el río.
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| Los tramos iniciales son más que espectaculares y a lo lejos vemos la senda que deberemos subir, es imposible no pararse para sacar la cámara de fotos. |
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| El Valle nos engulle en sus entrañas |
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| Ya hemos perdido bastante altura |
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| Estamos llegando al tramo previo que nos meterá en el bosque, bajada pedrolera y Ricard pellizca sus cubiertas recién estrenadas, rabia rabiña. Con paciencia le metemos un par macarrones en los dos agujeros y seguimos ruta. |
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| En el bosque la niebla aparece con su carga mágica y envuelve la vegetación |
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| Este terreno tiene un grip brutal |
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| La niebla jugando con mostrar y ocultar el entorno según su intensidad |
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| Dejamos ya las fotos y vamos a centrarnos en la bajada que nos espera. Alcanzaremos el Coll de Jou y seguiremos bajando y bajando y bajando.... |
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| Hemos perdido mucha altura y nos damos cuenta por la vegetación tan diferente que nos rodea. |
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| Tramos de senda en subida y llaneo que nos acercan a La Cerdanya |
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| Una maravilla de senda con algunos pasos técnicos entre piedras |
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| Ya divisamos a lo lejos nuestro final |
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Lindo contraste de colores y tonalidades, la pradera, el bosque, las montañas del pirineo catalán/francés a lo lejos y un cielo espectacular. Ya estamos llegando a Urús y nos debemos mentalizar a la subida que nos espera por carretera hasta SuperMolina.......
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Mi cabeza iba maquinando opciones varias para no tener que remontar por carretera, no por falta ganas de pedalear (nos llevaría más de una hora la subidita) sino porque ya eran casi las 4 de la tarde y no habíamos comido. Empezamos a subir la carretera desde Alp y me voy girando a ver si se acerca algún vehículo apropiado que pueda remontarnos.........no digo más, como caída del cielo aparece esta camioneta de transporte de aluminios y cristales (vacía, todo un detalle) y usaré mis armas de mujer para convencer a tres chicos muy majos para que nos suban a la estación.
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Les decimos que no se preocupen, que solo se verán las bicis y que nos estiraremos bien para que nadie nos vea. La sensación de mirar al cielo viendo pasar las nubes, el rugir del motor en nuestras espaldas, las imágenes de la bajada que hemos hecho, las risas de encontrarnos en esta situación y un largo etc, nos dejarán un sabor de boca incomparable. Una vez en SuperMolina, comeremos y le seguiremos dando al bikepark, que de otro tipo, pero también te da un chute brutal de endorfinas.
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